Los monstruos llegaron a Cannes con Titane de Julia Ducournau
El cine de Ducournau se distingue por una serie de rupturas y alejamientos de los lugares comunes para sorprender, inquietar y retar al espectador a una experiencia inesperada y fascinante al mismo tiempo.
Texto por Salvador Cañas
Un quehacer fílmico único
Definir el quehacer fílmico de Julia Ducournau desde sus rasgos emparentados con varios géneros, las figuras narrativas literarias trasladadas al lenguaje audiovisual y la construcción de personajes que transgreden los parámetros convencionales, nos lleva directamente al encuentro con un ejercicio cinematográfico que se desplaza por los parámetros anteriormente mencionados y que, además, se distingue por una serie de rupturas y alejamientos de los lugares comunes para sorprender, inquietar y retar al espectador a una experiencia inesperada y fascinante al mismo tiempo.
Voraz, ópera prima
Recordamos a la francesa con mucho entusiasmo por la frescura de su ópera prima Voraz de 2016, y que hoy surca caminos más profundos desde la conjunción de varios elementos atípicos con su más reciente pieza, la cual fue galardonada en Cannes 2021 con la Palma de Oro, lo que la convierte en una cita cinematográfica obligada.
Esta es la segunda ocasión que se le otorga a una cineasta dicha distinción y porque justamente no es éste el tipo de cine al que se acostumbra distinguir desde uno de los escaparates fílmicos con más tradición y prestigio en la esfera global del siglo XX y XXI.
Una cinta confeccionada desde las entrañas
Titane, está confeccionada desde las entrañas, no hay filtros que maticen sus imágenes poderosas y sus detalles explícitos a propósito de lo sexual, la sangre y los asesinatos que enmarcan su contexto inmerso en una vertiginosa explosión de titanio sobre los añejos estereotipos sobre lo femenino y lo masculino.
La máquina, el sexo, la carne y la violencia
Indudablemente J.J. Ballard, William Gibson, David Cronenberg y posiblemente Tarantino, permean sutilmente las diversas preocupaciones que muy probablemente la autora nos quiere compartir acerca de la máquina, el sexo, la carne y la violencia, cuarteto de conceptos convertidos en ejes gestuales de su trabajo, para construirle fondo y sustento a ésta pieza que da al ejercicio narrativo en sí, una oportunidad de replantear las posibilidades de la estética y de las historias para subrayar uno de los sentimientos y actuares de la humanidad a propósito del amor.
Ducournau nos deja ver mucho más de cerca una personalidad narrativa en crecimiento que atiende los problemas de los paradigmas estéticos, formales y discursivos desde el riesgo como un método de trabajo y no como una receta con medidas, tiempos y pesos determinados, y en donde también aprovecha para postular su confrontación ante los estereotipos femeninos, de manera frontal y sin miramientos.
La mujer, para la autora, no es un producto idealizado y no se puede definir desde pretensiones artificiales y deshumanizadas pero sí desde el personaje protagónico de Alexia, la cual cursa un proceso fantástico de maternidad posibilitado únicamente desde la ciencia ficción.
Julia Ducournau, gracias por dejar entrar a los monstruos a la premiación del Festival de Cannes 2021.
En salas de cine el 2 de diciembre 2021.