Hablemos de poliamor
“El amor mueve el mundo”. Esta es una frase que hemos escuchado en muchas ocasiones y es tal vez por eso que algunos deciden compartir su amor con más de una persona a la vez.
Si bien el poliamor no es un término nuevo, no muchas personas conocen las características que distinguen a este tipo de relación no monógama de otros tipos de relaciones como las parejas swingers, los liberales o de no exclusividad sexual, nos gustaría explicarte más a detalle de que va.
¿Cuál es la definición de Poliamor?
Lo más importante sería definir el concepto, y tal como mencionamos, este se refiere a una relación no monógama en la que un grupo de personas mantienen una relación afectiva, íntima, emocional y sexual entre ellas. Un punto clave es que todos los que están involucrados en esa relación tienen que saber de la existencia del resto de personas.
¿El poliamor es solo sexo?
No, el poliamor es vincularse emocionalmente con alguien, es responsabilidad afectiva, acuerdos y sobre todo, amor.
¿Al estar involucrado con más de una persona, es normal que alguno sienta celos?
¡Por supuesto! Como en cualquier relación, es normal sentir celos, pero la diferencia es que esos celos
se deciden trabajar por todas las partes. En las relaciones poliamorosas la comunicación y los acuerdos previos tienen que ser fundamentales si es que se quiere tener éxito.
¿Existe la fidelidad dentro de las parejas poliamorosas?
Sí, en el poliamor hay límites, pacos y normas, y romperlos implica un quebrantamiento de la fidelidad. La fidelidad como concepto es únicamente ceñirse a un acuerdo, pero damos por hecho que ese acuerdo es la exclusividad.
¿Hay distintos tipos de poliamor?
Sí. Por un lado, existe el poliamor jerárquico el cual contempla a aquellas parejas en las que los dos miembros se consideran su “relación principal”, aunque se pueden tener vínculos afectivos y sexuales externos a la relación.
El poliamor no jerárquico, es aquella relación en la que se considera que todos los vínculos están al mismo nivel. Por ejemplo, se pueden tener dos vínculos sexoafectivos y no considerar a ninguna la más importante.
Por su parte, la polifidelidad hace referencia a uno de los ejemplos más conocidos: las triejas, relaciones en las que lugar de dos personas, son tres. Entre ellas suelen poder tener sexo y afectos pero en ocasiones se excluye la posibilidad de tener encuentros con personas externas a la trieja, o si se se tienen, suelen ser jerárquicamente inferiores a la relación de tres.
Por último, existe la anarquía relacional, quizás la más difícil de explicar por la cantidad de definiciones teóricas que se pueden argumentar sobre ella. La forma más sencilla de resumir sería esta: a diferencia de los otros tipos de poliamor, en las que existe una jerarquía en las relaciones sexoafectivas, la anarquía relacional no la tiene y tampoco le da poder a las etiquetas de “novio” o “amigo”, es decir, puede usarlas o no, pero no les da poder o hace alguna diferencia.
Para concluir, y por si aún queda alguna duda sobre la diferencia entre el poliamor y una relación abierta, se puede decir que, básicamente, las relaciones abiertas son todo todas aquellas dentro del espectro de relaciones sexualmente abiertas (swingers, liberales, etc), aquellas en la que se permiten tener encuentros sexuales con terceros, siempre y cuando no se involucren sentimientos, es decir, podrías acostarte con alguien más, pero no puedes enamorarte. En cambio, en el poliamor sí se involucran emociones hacía más de una persona.
Sea cuál sea el tipo de relación que quieras experimentar, recuerda que la comunicación siempre será la clave del éxito, y si aún no sabes en dónde encontrar a más poliamorosos o más información sobre el tema, te invitamos a unirte a JOYclub.com.