Fetichismo: ¿sabes de qué se trata?
Como cada año desde el 2009, el tercer viernes de enero se celebró el día internacional del fetichismo, por eso JOYclub nos comparte algunas curiosidades sobre distintos fetiches.
¿Fetichismo o parafilia?
Durante mucho tiempo el fetichismo se consideró una parafilia, e incluso, al día de hoy, mucha gente sigue confundiendo ambos términos, y si bien es cierto que existe apenas una delgada línea que distingue a uno del otro, podemos decir que la diferencia principal radica en el nivel de intensidad con que se vive cada uno.
El fetichismo consiste en obtener excitación erótica y placer sexual del contacto con un objeto determinado y específico, como sería una parte del cuerpo de una persona o una prenda de vestir, e incluso cualquier tipo de objeto con el que convivimos de manera común en el día a día.
Cuando se habla de fetiche, el placer sexual obtenido al entrar en contacto con el objeto (tocarlo, olerlo, sentirlo, etc.) puede incluso provocar el orgasmo, sin necesidad de que se produzca coito de ningún tipo.
Por el contrario, la parafilia se vuelve imprescindible para que la persona disfrute del sexo. Se podría decir que es el fetiche llevado al extremo: si la persona no realiza determinada acción, no interactúa con un individuo concreto o no obtiene estimulación a través de su objeto de deseo, no logra la excitación sexual.
Existen una variedad enorme de fetiches. Una vez que estos pueden venir de distintos escenarios, fijaciones u objetos, la lista se vuelve muy amplia y aquí te dejamos algunos de los que más suelen llamar la atención.
Cuckolding
El término Cuckolding es un anglicismo que viene de las palabras “cuck” (cuernos) y “old” (que hace referencia a las personas mayores), por tanto, podríamos deducir que se refiere como tal a una infidelidad en las parejas adultas, pero esto no es precisamente así.
Esta práctica hace referencia a la excitación que puede sentir una persona al ver u oír que su pareja tiene relaciones sexuales con otra, mientras que la persona que está realizando el acto siente satisfacción de poder realizarlo con aprobación, por lo que a diferencia de cualquier infidelidad, esto es 100% consensuado.
Agalmatofilia
Este fetiche consiste en sentir deseo sexual hacia una estatua, o bien, un maniquí. Y si esto no te suena para nada familiar, la realidad es que probablemente ya lo hayas visto un par de veces antes. Una de ellas en el videoclip de la canción Eres de Alejandro Fernández, en dónde el protagonista (un empleado de seguridad de una tienda departamental), tiene una fantasía de romance con un maniquí. Otro ejemplo en tiempos más recientes, se da en la exitosa serie de Netflix The Umbrella Academy, en esa extraña relación entre Cinco y Dolores (maniquí que protege incluso de cualquier ataque).
Mecanofilia
La mecanofilia consiste en sentir una gran atracción sexual hacia las máquinas, y aunque se relaciona más hacia los autos o vehículos de cuatro ruedas, hay personas que sienten esta atracción por electrodomésticos, relojes, máquinas de escribir y muchos objetos más.
Cleptolagnia
Este es quizás el más común de los fetiches. De hecho, podemos encontrar esta práctica en la famosa serie de Netlfix, YOU. La cleptolagnia consiste básicamente en robar algo, propiedad de la persona por la cuál se siente una atracción, para luego obtener placer al olerlo o tocarlo. El objeto robado más común en esta práctica suele ser la ropa interior.
La sexualidad suele ser muy importante en las relaciones y el fetiche puede ser un estímulo para llevar una mejor vida sexual, sin embargo, si este fetiche se convierte en una idea obsesiva o si se convierte en algo tan compulsivo, hasta el punto de perjudicar a otra persona, probablemente nos encontramos más bien ante un trastorno que debe y puede ser tratado. Por eso, aunque creemos que no debe de existir algún miedo o remordimiento hacía los fetiches, también consideramos importante monitorear siempre nuestros actos desde la conciencia y respeto hacía los demás.