Gracias a Dios por Danny Trejo
El badass más grande de Hollywood tiene un pasado que rivaliza con cualquiera de sus personajes.
De la oscuridad a la luz
El actor de Machete, quien creció en Los Ángeles, usaba heroína a los 12 años, robaba tiendas de licor y bancos con su tío Gilbert a los 14 y asistió a su primera reunión de los 12 pasos a los 15.
También pasó la mayoría de los años 60 en una de las cárceles más conocidas de Estados Unidos, en donde, por golpear con una piedra accidentalmente a un guardia durante un disturbio, terminó en confinamiento solitario en la prisión estatal de Salinas Valley en Soledad California, pero evitó la pena de muerte porque el caso fue abandonado.
Durante su encarcelamiento, Trejo le dio un giro a su vida, convirtiéndose en un boxeador destacado y superó exitosamente su adicción a las drogas y el alcohol.
Nace una estrella
Después de que Trejo salió, trabajó como consejero para jóvenes usuarios de drogas y tuvo su oportunidad al entrenar al actor Eric Roberts como boxeador para la película Runaway Train, lo cual lo llevó a obtener un papel pequeño dentro del filme.
Desde entonces, la estrella mexicoamericana se ha convertido en una de las personas más reconocidas de Hollywood y es uno de los actores más prolíficos en el negocio, con un currículum con más de 400 créditos en actuación.
Tough guy
Ahora, a sus 77 años, Trejo ha permanecido sobrio por 52 y desde entonces ha dedicado su vida a ayudar a los otros.
Antes del lanzamiento de sus memorias, Trejo, platicó con Penthouse acerca de cómo reconstruyó su vida después de encontrar la sobriedad y espiritualidad, los papeles que le cambiaron la vida y como se ha sobrepuesto a la adversidad hasta convertirse en el hombre rudo más amigable de Hollywood.
¿Cuándo fue la última vez que leíste una revista Penthouse, Danny?
¡Para ser honesto, no he leído nada más que guiones en los últimos dos años! He estado ocupado, ocupado y ocupado.
Audicioné para la foto de portada de Penthouse, pero nunca me llamaron de regreso.
Felicidades por tus memorias tituladas “Trejo”. El libro parece ser un retrato muy honesto y crudo de tu vida.
Cuando lo empecé a escribir, solo estaba garabateando algunas cosas. Luego un amigo mío, Donal Logue, actor que estuvo en Gotham y Sons of Anarchy, comenzó a leerlas y me dijo que me estaba saltando algunas cosas.
Decidió ayudarme y los dos lo escribimos en conjunto.
Comencé a revivir muchas cosas que había puesto fuera de mi cabeza. Fue increíble porque estaba escribiendo con alguien en quien de verdad confío.
Donal y yo hemos sido amigos desde hace muchos años, él es mi BFF. Así que fue real y sencillo por la confianza que nos tenemos. Es como trabajar con un hermano cercano que conoce todo sobre ti.
Asististe a tu primera reunión de los 12 pasos cuando solo tenías 15 años. ¿Recuerdas algo de esa primera reunión?
(Se ríe) Completamente. Caminé hacia esa reunión sosteniendo una lata de cerveza, tres botellas de vino y media de whisky, tenía un revólver calibre 38 en mi bolsa.
No sabía que era una reunión de AA. Fuimos pensando que era ¡una fiesta! Había un montón de autos estacionados afuera, y para mí eso significaba que había algún tipo de función, así que nos colamos por la puerta de enfrente y vimos un gran letrero que decía: “Nos importa”. Era extraño pero iba muy drogado. El hombre que dirigía la reunión me invitó a quedarme y me comenzó a explicar el programa y luego susurró una maldición.
¿Cuál era la maldición?
Dijo: “si te vas, ya sea que te mueres, te vuelves loco o irás a prisión”. Y parecía que siempre que me iba a meter en problemas, escuchaba lo que él me dijo… “mueres, te vuelves loco o vas a prisión”.
Esa es la maldición del programa de los 12 pasos.
¿Cómo has logrado mantenerte sobrio por más de 50 años, especialmente con las tentaciones que conlleva trabajar en la industria del cine?
Ya no me quiero bañar con otros 50 hombres. No quiero volver a estar aislado por más de 6 meses, ¿sabes?
Algunos de nosotros, nos morimos, nos volvemos locos o vamos a prisión. La locura es hacer lo mismo esperando resultados diferentes.
Creo que la tentación para mí no es la misma que para todos los demás. Cuando escucho a todos los demás hablar de ello, parece que ellos se han divertido bastante cuando beben y se drogan. Mientras que para mí, recibí un tiro, me apuñalaron, gente intentó perseguirme, tuve a la policía detrás.
Así que pudo ser muy emocionante, pero no diría que fue divertido.
Aún en tus momentos más oscuros en el libro, sigues haciendo bromas y te mantienes positivo. ¿Dirías que el humor y la risa jugaron un papel importante en tu recuperación y aproximación a la vida?
Es gracioso que digas eso porque siempre solía cantar ““Zip-a-dee-doo-dah, zip-a-deeay!” en la mañana mientras estuve en prisión para mantener mi cabeza andando.
Cantaba “Get rid of worry in a hurry, chase the blues away! Just laugh and be happy!”. ¡Bueno, cuando haces eso, es difícil sentirse mal! He tenido gente llamándome y diciéndome que están deprimidos y yo les digo “ok, probemos esto” y les cantó, y ellos comienzan a reírse.
Para mí es otra forma de oración y de meditación porque es poner tu mente en un lugar diferente, en lugar de concentrarte en estar deprimido. Yo canto esta tonta canción e igual me estaré riendo.
¿Dirías que tu relación con Dios también ha jugado un rol en tu sobriedad?
Absolutamente. Sin Dios, estaría muerto. Hice un trato con Dios en 1968 cuando estaba en el hoyo, en soledad. Dije: “si me dejas morir con dignidad, yo diré tu nombre todos los días y haré lo que sea por mis compañeros de prisión”. Estaba en prisión y pensaba que nunca iba a salir de ahí.
Honestamente creo que Dios dijo: “ok, cabrón, te daré un descanso, tienes el resto de tu vida para probarlo”. Y he cumplido con mi parte del trato desde entonces. No me ayudó a pasar una prueba o sacar una buena calificación o evitar que mi mamá se enojara conmigo. Yo solo quería morir con dignidad, y él ha estado cumpliendo con su parte del trato y yo con el mío, ¿sabes?
Ha sido una muy buena vida.
Has dedicado la mayor parte de tu vida a ayudar a otros para obtener su recuperación, ¿por qué esto sigue siendo algo importante para ti?
Bueno, honestamente creo que esa es la forma en la que tenemos que vivir.
Cuando veo gente hablando de qué tan espirituales son, siempre me pregunto: ¿a cuántas personas han ayudado hoy? ¿A cuántos indigentes han alimentado hoy? ¿Cuántos pares de calcetines has dado tú?
Recientemente compré un montón de comida y la estuve entregando a la gente en la calle. Esto es importante, especialmente ahora, después de la pandemia. Hay gente sin hogar, y no porque ellos quieran. Han perdido sus departamentos, han perdido sus casas.
Esto fue una epidemia mundial y ahora nos tenemos que recuperar de eso. Así que tuvimos gente que se vio muy afectada, como en Londres, cuando la gente fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial. No dijimos “bueno, ellos deberían ponerse de pie por su propia cuenta”. Cuidamos de ellos. Y eso es lo que tenemos ahora.
Tenemos que cuidar de toda esta gente. No soy ningún santo pero sí sé que tenemos que hacer nuestra parte.
En el libro eres muy honesto acerca de tu visión con las mujeres y cómo tu comportamiento hacia ellas ha cambiado con el tiempo. ¿Dirías que tu hija Danielle jugó un rol importante en este cambio?
(Se ríe) Sí lo hizo. Mi hija absolutamente ha tenido que ver con eso.
Ella hace el tipo de comentarios como: “hey, ese… me gusta la manera en la que te queda esa falda” o frente a algún comentario típico de hombre, ella me daría una cachetada y me diría: “papá, no puedes hacer eso, por Dios, ¿qué te pasa? ¿Qué dirías si alguien en la calle me dijera algo así?”. Y eso lo empezó a hacer desde que tenía cinco o seis años, ¿sabes?
Mi hija ha tenido todo que ver en mi cambio de actitud hacia todos. Ella es una grandiosa niña pequeña, bueno, no tan pequeña, ahora tiene 32, pero es increíble.
¿Podrías haber imaginado, mientras estabas en prisión, que después de 50 años estarías donde estás?
Cuando hice mi promesa, cuando hice mi trato con Dios, ni siquiera dije que iba a ayudar a la gente todos los días.
Recuerdo haber dicho: “diré tu nombre todos los días, y haré lo que pueda por mis compañeros de prisión el resto de mi vida”. Pensé que me iba a quedar en prisión. Ni siquiera pensaba en salir de prisión. Y cuando salí, estaba como “¡wow, Ok, Dios!”.
Así que todo lo que ha pasado desde ese tiempo, es culpa de Dios porque pensé que nunca iba a salir de prisión, y mucho menos estaría donde estoy. Tengo que decir que si no te gusta la forma como soy, culpa a Dios, porque solo he estado tratando de vivir de la manera en que él quería que yo viviera. Se trata de cómo él quiere que vivamos. No solo yo.
Es gracioso, porque todos los que se involucran conmigo, terminan ayudando a la gente.
Mi exesposa, Joanne, pertenecía a la organización que me dio un premio humanitario. Hemos estado separados por 30 años, pero cuando obtuve el premio, ella le dijo a la gente: “Danny me enseñó a cómo preocuparme por los demás. Si yo me despertará y hubiera un drogadicto en la sala, él diría: ‘oh, es que necesitaba un lugar donde quedarse’”.
Eso es lo que hago. Así que ese fue el mejor cumplido que pude obtener, ¡y eso que viene de mi exesposa!
La película Runaway train te dio el gran salto y fue un punto de cambio en tu vida.
Eddie Bunker. Tienes que mencionar a Eddie Bunker pues había estado en San Quintin con él.
Cuando me vio en el set de Runaway train (como extra), recordaba que yo había ganado los campeonatos de peso ligero y peso welter (en prisión). Él me vio ganar eso. Y me dijo: “Trejo, ¿sigues boxeando?” y le dije: “no, man, tengo 40 años, no quiero que me sigan pegando en la cara”. Y contestó: “necesitamos a alguien para entrenar a uno de los actores en boxeo”. Recuerdo haberle dicho: “¿cuánto pagan?”. Me dijo que pagaban $320 dólares al día (en aquel entonces me estaban dando $50 por ser un extra).
Así es como Eddie consiguió que entrenara a Eric Roberts para la película. Y así es como entré al movie business.
¿Cuál ha sido tu papel favorito o la película más cool en la que has trabajado?
Mi hijo Gilbert acaba de terminar de dirigirme en un video musical para una banda que se llama Starcrawler, y pienso que ha sido un punto culminante de mi vida.
Él me daba una dirección, y en voz baja le decía: “yo solía castigarte”, a lo que él decía: “sí, pero yo soy el director ahora, papá”.
Para mí hay un Dios, y luego está el director. En un set de filmación, estoy contratado para actuar y él está contratado para dirigir, así que le tuve que dar a mi hijo el mismo respeto que le he dado a Michael Mann o Robert Rodriguez. Fue increíble. Hubo un par de ocasiones en las que casi lloré, porque, wow, ahí está, mi hijo Gilbert Trejo dirigiéndome.
¿Has tenido dificultad para sentirte respetado en Hollywood?
Creo que hay gente que ha tenido dificultad para respetarme dentro de Hollywood. Yo respeto a todos. Pero preferiría tener un perro sarnoso por amigo que un enemigo.
Creo que depende de cada persona exigir respeto y decirle a los demás cuando son irrespetuosos. Yo no voy a dejar que la gente me falte al respeto.
Ha habido un par de ocasiones en las que he amenazado con golpear a alguien por faltarme al respeto. Las estrellas de cine son imbéciles. No todos… sí, todos. Hollywood está construido para seducirte a pensar que todos te tienen que traer un capuchino. Está hecho de esa manera, y la realidad es que una película es un gran esfuerzo en equipo.
Haz enojar al de la cámara, mira lo que pasa. Tus hijos van a preguntar: “papá, ¿por qué te ves tan borroso en la película?”. Yo intento tratar a todos de la manera en la que quiero ser tratado. Y parece que funciona para mí.
De hecho, Eddie Bunker una vez dijo que el secreto de mi éxito es que todos los que han trabajado conmigo, quieren volver a trabajar conmigo.
Eddie fue increíble. Él ya falleció pero permanece como unos de los más grandes escritores de crimen. Otra cosa que él me dijo fue: “todo el mundo puede pensar que eres una estrella de cine, pero tú no puedes creerlo”. Y yo le contesté: “¿de qué estás hablando?”, y él me dijo: “observa, ven acá”.
Así que fuimos con una de las estrellas que también estaba trabajando en la misma película que nosotros. Estábamos ahí parados, y todos estaban adulándolo. Luego, él se fue, y escuchamos que la gente decía: “como quisiera patearlo en la cara”. ¡Woah! Ellos van a ser amables contigo porque eres una estrella, pero si no eres una buena persona, cuando te vas, no van a pedir que regreses.
Claramente estás haciendo algo bien porque tienes más de 400 créditos de actuación a tu nombre.
¡Sí, he hecho muchas cosas! Tengo que admitir que muchas de esas películas fueron películas de estudiantes, donde hice un favor a algún chico que es director por primera vez. Películas de bajo presupuesto, donde ellos te compran el lunch o algo.
La gente piensa que como he hecho muchas películas, debo ser millonario, pero en realidad muchas de esas películas fueron favores. De hecho, me acaban de pedir otro favor. Un chico está haciendo una película y es estudiante. OK. Haré un repaso o algo.
¡No me importa! Yo creo que esa es una de las razones por las que soy exitoso en la industria.
Tú eres el poseedor del récord de más muertes en pantalla, siendo asesinado en 65 películas, hasta el momento de esta entrevista. ¿Cuál ha sido la más memorable?
Yo creo que tendría que ser la de la película Heat con Robert De Niro. Creo que esa fue la más irreal, solo de estar en pantalla con Robert De Niro. Fue como ¡Whoa! Eso fue lo más grande porque Robert De Niro era como el presidente. ¿Tú sabes a lo que me refiero, no? Él es como el más importante, y trabajar con él se sintió como ser nombrado un caballero. ¡Me sentía como Sir Trejo! Él es un verdadero caballero, es muy profesional y simplemente increíble. Cuando dijo: “¿cómo quieres hacer esta muerte?”, casi me meo en los pantalones.
Nunca voy a olvidar eso mientras esté vivo. Luego vino e hizo Machete conmigo.
También has desarrollado un imperio de negocios, que incluyen Trejo’s Tacos y Trejo’s Coffee & Donuts en California. ¿Qué hizo que te interesaras en ese rubro?
Todo lo bueno que me ha pasado, ha sucedido como un resultado directo de ayudar a alguien más.
Estaba este director que me quería para una película de bajo presupuesto, pero tenía una oferta para una película más grande que me ofrecía más dinero.
Mi agente, Gloria, dijo que yo debería de hacer la de bajo presupuesto porque parecía un buen trato. Así que hice esta película de bajo presupuesto que no quería hacer, a pesar de que en ese tiempo hubiera preferido el dinero.
La película se llamaba Bad Ass, y se convirtió en una trilogía que acabó haciendo cuatro veces más dinero. Gloria no me deja olvidarlo.
Aquí fue donde conocí a un productor llamado Ash Shah, quien notó que comía comida de buena calidad. No como procesados o comida rápida. Y de repente, me dijo: “hey, ¿por qué no abres un restaurante?”. Bromeando, le dije: “Trejo’s Tacos”, porque mi mamá siempre habló de abrir un restaurante, solo para molestar a mi padre.
Así es como me involucré en el negocio restaurantero. Ash me trajo un modelo de negocio, se lo di a Gloria y el resto es historia.
De tu carrera fílmica, a tu trabajo como defensor de la recuperación, a convertirte en un restaurantero, te estás reinventando constantemente. ¿Cómo es que tienes tanta energía para proyectos tan diversos? ¿está en tus planes bajar el ritmo?
¡Claro, cuando me muera!
No, acabo de iniciar con una casa discográfica, Chicano Soul Ship Vol.1 y nos estamos preparando para lanzar un álbum llamado Trejo ‘s Soul Classics.
Estaba ayudando a una mujer cuya hija quería ser cantante, así que empecé una disquera. Por ahora tengo tres o cinco artistas cantando conmigo, y nos estamos preparando para lanzar otro álbum.
Me gusta ver a la gente triunfar.
En el libro, dices que, cuando te diagnosticaron cáncer, estabas menos preocupado de morir y más preocupado de que los directores se enteraran y perdieras trabajos. ¿Por qué fue eso?
Básicamente, ya tenía algunos contratos firmados, y si los estudios se enteraban de que tenía cáncer, podría perderlo todo. No quería eso, así que fui a trabajar mientras recibía la quimioterapia.
Dios, fui a trabajar sintiendo que me iba a morir. Recuerdo esa película, cada vez que el director decía “¡corte!”, caminaba fuera del set, vomitaba y luego regresaba. Simplemente porque estábamos grabando y no quería hacerles gastar dinero en vano.
También tenía cuentas que pagar, como todos, no quería dejar a mis hijos con esta deuda. No quería irme debiendo un montón de cosas.
También haces trabajo de rescate de animales. ¿Por qué es tan importante la defensa de los animales para ti?
Déjame decirte algo: los perros son nuestra responsabilidad ahora. Tiempo atrás cuando eran lobos, cagaban donde les diera la gana y hacían lo que se les diera la gana. Estaban bien, pero los trajimos a nuestras fogatas y los domesticamos. Los convertimos en Shih Tzus y todo lo demás. Así que ahora son nuestra responsabilidad.
Siempre que pasas por un refugio de animales y solo observas a los perros ahí, no estás a la altura de tu responsabilidad. Yo amo a los perros. Tengo como 5 o 6 y estoy tratando de estar a la altura de mi responsabilidad, eso con los chicos o con los animales.
Ahora mismo tenemos un grupo de chicos viviendo en el Centro Cívico de Long Beach. Vienen de México, son nuestra responsabilidad. Algunas personas dicen: “bueno, son inmigrantes ilegales”. Pero no se trata de eso, son seres humanos. Así son las cosas.
Está claro que el mundo necesita más Danny Trejos.
(Risas) Wow, pon eso en el artículo y díselo a mis tres exesposas, necesitan recordar eso.