Carolina Díaz, la vida es un riesgo

Un encuentro con una de las influencers mexicanas más famosas de los últimos años. Platicamos de su carrera, de los obstáculos y de cómo ha salido avante para encontrar un mejor camino.

Fotografía: Ojo de Paz

Entrevista: Aarón Zavaleta

Carolina Díaz nació en Tijuana, donde ha vivido toda su vida. Ella recuerda que desde niña ha sido una persona cohibida, reservada. Sin embargo, tenía otra cara, la de la niña que le hacía travesuras a su familia. Por ello, relacionarla con el mundo del espectáculo, las redes sociales y la generación de contenido resultaba difícil de creer. “Me costaba imaginarme estar frente a una cámara”, nos explica.

Aunque en un inicio pensó estudiar medicina, había algo en ella que le llamaba la atención sobre estar detrás de una producción. “Me metí a ciencias de la comunicación, dije: ‘ok, tengo muchas vertientes a las que me puedo dedicar, fotografía, radio y hacer mi propio documental o cortometraje’”.

Con esa inercia de estar tras de cámara, siguió su carrera en la Universidad de las Californias, hasta que en una ocasión haciendo prácticas profesionales en un programa de Televisa llamado Conexión TV, le pidieron suplir a la conductora porque no había llegado. Ella, después de rehusarse varias veces, aceptó apoyar.

Por fortuna, salió mejor de lo que ella y los demás esperaban.

Habemos personas que se nos activa un chip frente a cámara y el nervio se va, las emociones se van y todo fluye. Y siento que es algo que continuamente me pasa, realmente fue un golpe de suerte que me consideraran para estar frente a cámaras y de ahí comenzaron muchas cosas”.

Caro nos explica que estaba muy nerviosa durante la entrevista de trabajo. “Llegué y me preguntaron si sabía usar Photoshop, editar videos y hacer producción”. Entre varias preguntas más y una actitud convincente de querer tener el puesto, se quedó en el departamento de Memes. Sí, de Memes. “Éramos fácil 10 personas en esa área. Hubo un tiempo en que éramos 120 o 130 personas, una cantidad muy grande. Entonces, nos tocaba hacer memes para Badabun, para otra página y para influencers”.

Sobre la sesión de fotos para Penthouse, nos confiesa: “fue un reto, porque nunca me había imaginado verme así. Para mí fue tan artístico y a la vez tener la seguridad de decir: ‘sí puedo salir en este tipo de fotos, me siento bien, no es algo que me espanta’. Siento que fue una experiencia muy chida y ayuda a una a sentirse un poco más segura. Es algo que definitivamente podría hacer otra vez”.