Ass moment
Una nueva obsesión se apodera de la cultura pop: se trata de la atención que está logrando la afición por los… sí, bueno, por los culos. Hombres y mujeres saltan al ruedo de esta manía.
La glorificación del trasero
Los actos y la fetichización de algunas partes del cuerpo van y vienen como cualquier otra moda pasajera en la cultura pop. En los 90 todo era acerca del sexo oral y grandes senos, pero en estos días todo se trata de las nalgas.
El culo no solo está teniendo su momento en la escena, nuestra obsesión con las nalgas corre muy profundo y ha alcanzado su punto más alto.
Bienvenido al 2021, donde tener un culo bien formado está de moda, el sexo anal es mainstream y el rimming es la nueva segunda base. Estamos en la era del culo y no hay escapatoria de él. Y no es que no queramos.
Ya sea por aspecto tabú de meter la lengua en “el fruto prohibido” de alguien, el potencial tanto de dolor como de placer que puede venir del sexo anal, o el simple hecho de que nos gusta admirar nalgas, (es esperado que queramos tocarlas), el culo tiene un atractivo tanto para hombres como para mujeres.
¿Qué dice la ciencia sobre este objeto de deseo?
Un estudio hecho en el 2010 por el Journal of Sexual Medicine, encontró que el 40% de las mujeres entre los 20 y los 24 años han intentado el sexo anal, una cifra más alta que el 16% de años anteriores.
Recientemente, en 2017 otro estudio de más de 3,000 millennials sexualmente activos encontró que 36% de ellos ha tenido sexo anal con una mujer y el 15% sexo anal masculino.
Otro estudio de 2018 publicado en el diario de la Asociación Americana de Enfermedades de Transmisión Sexual sugirió que “tener sexo anal es más común que tener una cuenta de Twitter en los Estados Unidos”.
Información de PornHub también muestra que el número de búsquedas de “anal” ha aumentado masivamente un 120% del 2009 al 2015, sugiriendo que nuestra obsesión con ver acción anal está en constante crecimiento. Y especialmente en Rusia pues aparentemente los usuarios de porno en rusos son más propensos a buscar videos con sexo anal que las personas de otros países.
Asa Akira, la prolífica estrella porno, tuiteó alguna vez, “el culo es la nueva vagina”.
Los culos en la cultura popular
Pero no todo el porno (y los rusos) está enfocado en el culo femenino. Luego del final de los 90 y principio de los años 2000, todos observamos al culo de Jennifer Lopez como si fuera una criatura mística, y aún una década después, celebridades e influencers se encuentran peleando entre ellos en el intento de obtener el culo más grande y redondo.
Hoy en día vemos referencias al sexo anal y el rimming en programas de televisión y películas como Narcos, Sex and the City, Broad City, Bad Santa (2003) y How to Get Away with Murder.
El culo también tiene una larga historia de ser idolatrado en la música, desde el himno a las nalgas de 1978 por Queen “Fat Bottomed Girls” a “Baby got back” de 1992 o como famosamente Nicki Minaj ha rappeado antes: “Somebody point me to the best ass eater” en “Dance (A$$)” de Big Sean, mientras que en “Anaconda” ella rapea “toss my salad like his name is Romaine”. Incluso, el popular músico Flume fue filmado comiendo culo en el escenario de Burning Man en 2019.
¿Y los sex toys?
En los últimos años, también ha habido un cambio en las compañías de juguetes sexuales, enfocándose ahora en juguetes más creativos y ergonómicos para el juego anal.
Los juguetes anales vienen en diferentes formas ahora y frecuentemente incluyen vibradores y varios accesorios adicionales, algunos tienen incluso la cualidad de poder ser controlados a distancia a través de apps.
Además, puedes comprar lubricantes específicamente diseñados para el uso anal, pues el interés en el pegging y los strap-ons para las parejas heterosexuales va en aumento.
Forrest Andrews, el fabricante del primer masajeador de próstata en el mundo dijo: “El mercado de los productos prostáticos ha tenido un crecimiento muy estable y a la alza”.
Hace una década la tienda de juguetes sexuales Babeland solo había traído unos cuantos juguetes enfocados en la próstata. Actualmente maneja en su inventario más de 30 modelos diferentes producidos por diferentes compañías.
El bottom line es: estamos en una revolución anal, sin peros y ademases, solo la admiración por los culos.