El gran salto de fe: Luna Bella

De una infancia marcada por la pobreza y el abuso, a convertirse en una de las mujeres más exitosas y famosas de la actualidad, Luna Bella narra cómo transformó su vida a través del esfuerzo, la fama y la creación de su plataforma Priv Social.

Fotografía: Juan Luis Lemus
Styling: Juan Carlos Plascencia
Maquillaje y peinado: Fernanda Ortiz
RP: Ariadne Romero
Entrevista: Aarón Zavaleta

 

Con todo en contra…

Luna Bella es una mujer que ha enfrentado los más duros desafíos de la vida, relata en esta íntima entrevista cómo su infancia estuvo marcada por la pobreza, el abuso y la necesidad de cuidar a sus hermanos, su familia. Desde su más tierna edad, asumió un papel que ninguna niña debería llevar: “Pasábamos hambre, frío y de todo”, recuerda. Siendo la mayor de cinco hermanos, su instinto protector la llevó a tomar decisiones difíciles desde muy pequeña. “Me tomé el papel de papá y mamá, no quería que a mis hermanos les faltara nada”, cuenta con una determinación que se percibe incluso a través de sus palabras.

A pesar de las adversidades, Luna fue una estudiante aplicada, una característica que la separaba del resto de sus compañeros. “Siempre sacaba el primero o segundo lugar en calificaciones”, dice, pero esa excelencia no era apreciada por sus compañeros, quienes la sometían a bullying constante debido a su condición económica. “Me decían: ‘cómo esa piojosa, esa pulgosa va a ganarnos'”. Sin embargo, esos comentarios hirientes no lograron quebrar su espíritu. Aún en la pobreza, encontró la manera de enseñar a sus hermanas a leer, escribir, sumar y restar, demostrando un compromiso inquebrantable con su familia.

Mi suerte…

Años más adelante, Luna decidió dar un paso adelante para escapar de las condiciones de pobreza que vivía. Así, tomó un trabajo en una fábrica de mermeladas ganando 800 pesos a la semana; sin embargo, luego de poco más de un año, buscó irse al centro de Monterrey a buscar otro empleo que le permitiera mejorar las condiciones de ella y su familia. Eso fue cuando tenía 16 años. “Cuando llegué y busqué varios trabajos, vi que había uno donde se solicitaban bailarinas. Yo pensé que era un empleo normal, pensé que aunque no sabía bailar salsa ni nada, pues me iba a enseñar. Sin embargo, resultó que no, que era para trabajar en un table dance”. 

Para ella fue muy impactante conocer todo ese mundo, “tuve que amarrarme los ovarios para poder controlar y olvidar cuando los hombres me empezaron a tocar”. Así pasó los años que quizá fueron los más duros de afrontar, en medio de clientes violentos, condiciones adversas y un contexto que incluso la llevó a las adicciones. Pero como dice el dicho, cuando más oscuro está, es porque ya va a amanecer.

El salto a la fama de Luna fue tan inesperado como polémico. Después de probar suerte varios años en el table dance en Monterrey, hubo un momento que la llevó a la fama, el cual comenzó con un acto impulsivo: “A los 21 años me fui al metro de Monterrey y me desnudé”, cuenta sobre el evento que la lanzó al estrellato. El video de su desnudo se volvió viral, multiplicando sus seguidores en redes sociales de manera exponencial. “En ese tiempo tenía 5000 seguidores en Facebook, al día siguiente ya tenía más de 200 mil”, rememora con asombro. Esa repentina fama, aunque inicialmente accidental, le permitió construir una carrera, terminar sus estudios como licenciada en Ciencias de la Comunicación y aprovechar su notoriedad.

 

 

Mis pasiones…

Fue entonces cuando decidió dar el siguiente paso: crear contenido para YouTube y hablar sin filtros sobre sexualidad. Su naturalidad y honestidad la catapultaron aún más en popularidad. “Comencé a hacer más videos sobre sexualidad, tips que aprendí de la putería”, comenta con la franqueza que la caracteriza. Su audiencia creció, al igual que sus ingresos. El éxito financiero le permitió ayudar a su familia, comprar una casa para ellos y pagar los estudios de sus hermanos.

Sin embargo, el camino al éxito no estuvo exento de dificultades. A medida que su fama crecía, las redes sociales comenzaron a censurar su contenido. “Me empezaron a cerrar mis cuentas de Facebook e Instagram”, recuerda frustrada. Esa experiencia la llevó a una idea que cambiaría su vida nuevamente: la creación de su propia plataforma. Así nació Priv Social, un espacio libre de censura y restricciones para creadores de contenido, una red social hecha por una creadora mexicana. “Pensé, ¿qué pasaría si hago mi propia red social, sin filtros, sin restricciones?”, reflexiona Luna sobre la génesis de su proyecto. 

Priv Social no solo es un espacio donde los creadores pueden expresarse libremente, sino que también ofrece múltiples facilidades para los suscriptores. “Tenemos diferentes métodos de pago, porque no siempre les gusta que esta información aparezca en sus estados de cuenta”, explica Luna, quien además enfatiza que su plataforma no está enfocada exclusivamente en contenido para adultos. “Obviamente no tienen que desnudarse, pueden hacer su contenido de lo que quieran: maquillaje, cocina, ejercicio”. Con más de 3000 cuentas activas, Priv Social se ha consolidado como una alternativa revolucionaria en el mundo del contenido digital por suscripción.

Para Luna Bella, su plataforma no es solo un negocio, sino una oportunidad para empoderar a otras mujeres. “Doy ánimos, tips y un seguimiento personal. Tienen una líder que está detrás de ellas en todos los aspectos”, dice orgullosa de su papel como mentora. 

Meta lograda…

En meses recientes, Luna ha vuelto a estar en la mira de la sociedad, volviéndose tendencia en redes sociales en el contexto del reciente video que se divulgó en donde se le ve realizar todo un performance sexual en el metro, pero ahora de la Ciudad de México. Hemos encontrado juicios de todos los tipos, cuestionamientos sobre el respeto, la educación y un sinfín de opiniones que por momentos parecen más juicios que otra cosa. A  pesar de las críticas, Luna ha aprendido a sobrellevarlas con humor. “Somos doble moral, la verdad es que como ya he vivido de todo, me río, se me resbala. Mucha gente me dijo: ‘seguro la estás pasando mal, ánimo’. Pero yo creo que no hay publicidad mala, que hablen bien y mal, al final fue algo a mi favor, y más que ahorita se está posicionando mi plataforma”.

A sus 33 años, Luna Bella se ha convertido en una empresaria exitosa, pero su sueño va más allá de las luces y las cámaras. En sus planes está retirarse a la montaña, lejos de la ciudad, de las redes sociales y de los hombres. “Tengo un río a dos metros de mi casa, pasan venados, vacas, caballos, y estoy aprendiendo a leer el tarot”, describe con una paz que contrasta con el caos de sus inicios. Luna sueña con vivir rodeada de naturaleza, con su huerto y sus mascotas, lejos de la fama que un día la impulsó al estrellato.

En el ahora, Luna Bella es un testimonio viviente de que los sueños, por imposibles que parezcan, pueden alcanzarse con determinación, esfuerzo y autenticidad. Además, se ha convertido en un referente para muchas mujeres que cruzan por caminos oscuros de prostitución y abuso. Desde una infancia difícil hasta la creación de su propio imperio digital, ha demostrado que, aunque el camino sea cuesta arriba y más allá de eso, es posible transformar las adversidades en oportunidades, manteniendo el corazón en un lugar donde nadie es capaz de transgredir. Su historia, aunque llena de polémica, está marcada por la superación personal y la búsqueda de libertad en un mundo que muchas veces intenta limitar a quienes se atreven a ser ellos mismos. Como ella misma dice: “Mi niña interior está muy feliz de todo lo que hemos logrado”.

 

 

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